15 de mayo de 2014

Le faltaba.

Creía que lo tenía todo.
Era un chico guapo, con dinero. Vivía en una gran casa y con una bella mujer.
Se consideraba afortunado.
Pero, siempre pensó que había algo que nunca había tenido.
Desde pequeño, sus padres le habían conseguido todo aquello que él pidió. Era hijo único y sus padres no querían que a él le faltase de nada.
Pero, aun así, había algo que sus padres nunca le podían haber dado. . . Un hermano.
Aún teniéndolo todo, no tenía nada.
No sabía que era hacer lo imposible por que alguien no llorara tras una caída o un golpe.
Correr en busca de mamá para intentar explicar como se había roto algo antes de que le dijeran la verdad.
Nunca supo que era estar largas horas por la noche hablando bajito para que no les oyeran y tapando carcajadas con la almohada.
Pelearse por tener algo hasta que llegaba papá y se lo quitaba a los dos.
Nunca había visto como alguien más pequeño que él, observaba lo que hacía y luego intentaba imitarlo.
Le hubiese gustado tener alguien con quien hablar de gustos musicales, darle consejos, salir con él a la calle.
Alguien a quien ayudar en caso de que lo necesitara.
No había experimentado la sensación de solucionar insultos y amenazas con solo un beso.
No tenía a quien extrañar en cuando sus caminos se distanciaban, ni abrazar tras un tiempo alejados. . .
Lo tenía todo, y en verdad no tenía nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario