5 de mayo de 2014

El otro tío

Es una persona normal. Tranquila. Con su punto de locura, pero alguien entrañable al fin y al cabo.
Con todo el mundo se llevaba bien y nunca tenía problemas con nadie.
Pero, como siempre, estaba esa persona que no dejaba que él fuese feliz.
Esa persona que siempre que tienes un buen momento, hace lo imposible para que se le torcieran los planes.
 El otro tío conseguía siempre que él se enojara. Que dijera las peores palabras a personas que no lo merecían. Cuando el otro tío estaba cerca, él se peleaba con su familia, su pareja, sus amigos. . .
Nadie era capaz de reconocerle cuando el otro tío estaba cerca.
No era capaz de controlar sus impulsos cuando el otro tío lo acechaba.
Siempre fue una persona pacífica, pero no recordaba las veces que golpeó algo, lo rompió o tiró cuando el otro tío andaba cerca.
Su mirada cambiaba, su cuerpo experimentaba una extraña sensación y se llenaba de ira y agresividad cuando el otro tío le rondaba.
Cuando el otro tío desaparecía, el volvía a ser esa persona que todo el mundo quería y respetaba. Alguien amable y cariñoso. Como siempre fue y a la gente le gustaba que fuera.
Pero, era algo que nunca pudo controlar. Y lamentablemente, siempre iba a seguir ocurriéndole.
Estaba dentro de él. . .
Él era el otro tío.


1 comentario: