17 de mayo de 2015

Ya no le creo

Me decían que verdaderamente era alguien extraordinario.
Era alguien en quien confiar. "Puedes contar con él." me repetían.
Pero. . . ¿Dónde está?
Mis amigos, mi familia, la gente por la calle.. muchos dicen que lo conocen.
Cuando pregunté por su domicilio, me decían únicamente que "Encontrarlo es fácil."
A cada pregunta que he hecho, solo han logrado que me sienta más confundido.
Conseguí, el que decían que era, su número. Así, que me decidí a conocerle de una vez por todas.
Llamé una y otra vez, pero nunca me contestaba. Mandé varios mensajes en los que le pedía que nos encontrásemos, necesitaba verle. Pero yo era el único que acudía al punto de encuentro.
¿Quién quiere reírse de mí? ¿Por qué después de esto siguen prometiéndome que no me mienten y que él existe? Que él es genial.
Realmente, aun no se si es una broma. O si le hablaron de mí y no soy de su agrado.
Lo que sí se es, que aunque hay gente que aun le admire y sean amigos, yo hace tiempo que dejé de creer en él.

6 de mayo de 2015

Fuerte

Ya no podía más.
Tuvo que pararse y sentarse en un banco de aquel solitario parque.
Parecía que hubiese estado andando kilómetros, pero aun, con sus desgastada vista, era capaz de alcanzar a ver el pequeño balcón en el que solía poner a sus pájaros para que les diera el sol.
Le encantaba salir al balcón a tomar un poco el aire, mientras oía como esos pájaros trinaban sus cancioncillas.
Había visto amanecer, y el acabar del día desde aquel balcón, sin tener mucho más que hacer.
Quería ocupar su mente con cosas, le daba igual lo que fuera. Pero su cuerpo ya no era capaz de suplir esas ideas que su mente esbozaba.
Desde su niñez, había tenido que trabajar duro. Fueron tiempos que él no le deseaba vivir a nadie.
Su adultez se vio motivada por aquella mujer que conoció y le entregó su vida totalmente.
Hizo que se sintiera realizado en su vida cuando llegaba a casa y sus hijos salían a la puerta a recibirlo.
Vio como sus hijos se iban yendo de casa poco a poco, mientras esta se iba quedando en silencio.
Unos volvían frecuentemente, otros apenas llamaban, pero siempre volvió a estar ahí cuando alguno regresaba por cualquier motivo.
Volvió a sonreír de manera efusiva, el día en que uno de sus hijos, hizo posible que tuviera entre sus brazos a aquel pequeño, el cual le dijeron que llevaba su nombre.
Él, hasta entonces un hombre poco efusivo, dejó caer una lágrima junto a su sonrisa aquel día.
Se prometió abrazarlo cada día con toda su fuerza.
Cada día que estaba con él, era un día que agradecía a la vida.
Le vio crecer a tiempo parcial en su casa. Dormía, comía, veía la televisión, jugaba a las cartas a menudo con él.
Cuando el joven discutía con sus padres, él siempre ejercía de juez imparcial y apaciguaba la situación.
Iban a la calle, paseaban, trabajaban, jugaban juntos. . . Todo lo que el chico quería, lo hacían juntos.
Fueron miles de veces a las que la puerta del colegio fue a buscarle, le daba alguna moneda para comprar algún capricho, le traía algún regalo cuando viajaba. . .
Ya apenas trabajaba, por lo que invertía todo el tiempo que le era posible con ese joven que le hacía sonreír cada día.
Y estando en aquel banco, vio como su nieto se asomó a la ventana, en la que sus pájaros trinaban alegres, dejando la barandilla a la altura de su pecho.
¿Cuándo había crecido tanto?
Se levantó lentamente, recuperando la fuerza al instante. . . Al fin y al cabo,
Una promesa es una promesa.

1 de mayo de 2015

Se buscan ideas

Y ahí estaba otra vez.
Pequeñas imágenes que venías a mi cabeza sin ningún tipo de orden.
Cada vez era algo distinto: Imágenes, melodías, frases, palabras. . .
Era como si mi mente intentase decirme algo.
Parecía que una parte dentro de mí quisiera expresarme algo, pero no lo hiciera de manera completa.
Como si solo me diera una ínfima parte del mensaje.
Aunque he intentado ordenarlas en todos los aspectos posibles, incluso modificando ligeramente su forma, aun no había conseguido descifrar que significaba.
¿Era algo malo? ¿Algo bueno? ¿Significará realmente algo?
¿Quién sabe? Pero sentía la necesidad de coger varios de esos mensajes y utilizarlos. Pero aun no se en que. Quizás sea ese el propósito que mi mente quiere que llegue a entender.
Puede que no sea en absoluto difícil ordenar todo eso que viene a mi cabeza. . .

Solo hace falta una idea.